En primer lugar hay que mirar alrededor, a alguien más que ha sí mismo.Y esa experiencia ha de irse ampliando hasta abarcar a todo el pueblo, a toda la provincia, a toda la nación y a todo el mundo.
Pero no sólo es verlos, sino implicarse, comprometerse, tomar cartas en el asunto.
Pero esto no es casi nada.
El mundo, todo el mundo, no puede perturbarnos el observar nuestro Ser Interior, y elevarlo. Elevarnos es vivir enteramente para los demás, y con alegría por hacerlo, dirigiendo todas las energías a ser útiles en la medida de nuestros talentos.
Y los otros no son sólo los seres humanos, es el Dao, son todos y todo.
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